INOX
Aleación de acero resistente a la corrosión, para ello se añade Cromo. El cromo se oxida, creando una mínima capa blanquecina de protección que limita la oxidación.
Opción por tanto duradera debido a su resistencia a la corrosión y capacidad para mantener sus propiedades mecánicas a lo largo del tiempo. Se puede lacar.
INOX 304 y acabado 2B es el más común.
GALVANIZADA
Recubrimiento superficial al acero de siderurgia para que no se oxide y que se realiza con zinc. Espesor de 0,5mm a 3mm.
Durante la perforación se produce el par galvánico, en el que el punzón arrastra el galvanizado en el interior de la perforación, protegiéndola siempre y cuando el espesor no sea mayor de 3mm. Posteriormente si se quiere se puede lacar.
HIERRO
Chapa de acero fría: Espesor desde 0,5mm hasta 1,2mm. Superficie más pulida (lisa y uniforme) que el decapado y la negra, y mejores propiedades mecánicas. Se puede lacar.
Chapa de acero decapada: Superficie decapada limpiada. Desde 1,5 hasta 3mm.Más fino y mejor calidad para aplicaciones en el interior. Con mejores propiedades mecánicas que la chapa negra. Se puede lacar.
Chapa laminada en caliente (chapa negra): Para grandes espesores (de 4mm a 12mm).
ALUMINIO
Es un metal puro o con aleaciones (con cobre, magnesio…). Produce una capa de óxido de aluminio que protege el metal, aunque necesita más protección que el inoxidable. Es menos resistente que el acero pero es mucho más ligero (acero inox o acero 8 tn/m3; aluminio 2,750 tn/m3).
Buen conductor del calor, por lo que se hace útil en aplicaciones en las que se necesita disipar el calor como cubre radiadores.
Se puede lacar (se proyecta pintura en polvo y se pasa por un horno para que adquiera esa textura plástica). El aluminio es el único metal que se puede anodizar. Consiste en producir de manera artificial esa capa de óxido de aluminio; es más gruesa que si se produce de manera natural.